jueves, 3 de enero de 2013

30/12/2012 - BOICOT al ZOO de Buenos Aires

Grupos de activistas, veganos y otras organizaciones se reunieron en la puerta del Jardín Zoológico de Buenos Aires, para exigir el cierre del mismo, luego del fallecimiento del oso polar debido al maltrato, stres, calor y sobre todo, estar fuera de su habitat natural.
Todo esto me hace pensar, que ya es hora de que comenzemos a replantearnos la existencia de estos parques. que para mi opinión, no educan, no son un show, y lo que es peor,  muestran una realidad totalmente opuesta a la que realmente deberían estar viviendo todos los animales que permanecen ahí, acinados, maltratados y privados de su libertad.


Fotografías - 30/12/2012 - BOICOT al ZOO de Buenos Aires

lunes, 21 de mayo de 2012

ESTE FIN DE SEMANA! TODOS INVITADOS!!!
MÚSICA, ARTE, FOTOGRAFÍA, PROYECCIONES, ZINES Y PUBLICACIONES INDEPENDIENTES Y MUCHO MUCHO MAS!!!!!

jueves, 22 de marzo de 2012

22/3/2012

22/3/2012... Casi finaliza el dia agotador, super cargado de sentimientos, sensible, lleno de bronca... pasó un mes y en mi cabeza una super ensalada de preguntas sin respuestas. Pero hoy con algunos datos concretos, hoy 52 personas no están con sus familias, y otras 700 lastimadas, mutiladas, con sus corazones destrozados y sus recuerdos latentes llenos de horror, padeciendo el dolor de haber atravezado el peor dias de sus vidas.  Esto me lleva a pensar en el destino y lo injusto que puede parecer, y me cuestiono muchas cosas, me enrollo en mi mente, ato y desato nudos en esta ovillo de lana que nunca termina. y no paro de enrredarme y preguntarme ¿por qué?.
Concretamente no hay una explicación lógica y razonable a esta situación. pero si hay un sentimiento encontrado, una  lucha, un camino, un vida por delante y mucha gente quieriendo vivirla.
Y es por eso que elijo seguir de pie por MI,  por lucas ("el Chimu"), por sus Familiares y amigos, por mis AMIGOS y para que entiendan los que siguen inmersos en la indiferencia, para los medios, para los que no se hacen cargo y para los que si. Por todos ellos elijo luchar y darle un verdadero sentido a todo esto.
 Tiempo para llorar sobra, tiempo para extrañar tambien y tiempo para reflexionar y actuar es hoy.
Por El CHIMU, su música, y las otras VICTIMAS, por todos quiero justicia.

viernes, 25 de noviembre de 2011

EL CELULAR DE HANSEL Y GRETEL - HERNÁN CASCIARI

Anoche le contaba a mi hijita Nina un cuento infantil muy famoso, el de Hansel y Gretel de los hermanos Grimm.

En el momento más tenebroso de la aventura, los niños descubren que unos pájaros se han comido las estratégicas bolitas de pan, un sistema muy simple que los hermanitos habían ideado para regresar a casa.

Hansel y Gretel se descubren solos en el bosque, perdidos, y comienza a anochecer.

Mi hija me dice, justo en ese punto de clímax narrativo: 'No importa. Que lo llamen al papá por el celular'.

Yo entonces pensé, por primera vez, que mi hija no tiene una noción de la vida ajena a la telefonía inalámbrica. Y al mismo tiempo descubrí qué espantosa resultaría la literatura -toda ella, en general- si el teléfono móvil hubiera existido siempre, como cree mi hija de cuatro años. Cuántos clásicos habrían perdido su nudo dramático, cuántas tramas hubieran muerto antes de nacer, y sobre todo qué fácil se habrían solucionado los intríngulis más célebres de las grandes historias de ficción.

Piense el lector, ahora mismo, en una historia clásica, en cualquiera que se le ocurra. Desde la Odisea hasta Pinocho, pasando por El viejo y el mar, Macbeth, El hombre de la esquina rosada o La familia de Pascual Duarte. No importa si el argumento es elevado o popular, no importa la época ni la geografía.

Piense el lector, ahora mismo, en una historia clásica que conozca al dedillo, con introducción, con nudo y con desenlace.

¿Ya está?

Muy bien. Ahora ponga un celular en el bolsillo del protagonista. No un viejo aparato negro empotrado en una pared, sino un teléfono como los que existen hoy: con cobertura, con conexión a correo electrónico y chat, con saldo para enviar mensajes de texto y con la posibilidad de realizar llamadas internacionales cuatribanda.

¿Qué pasa con la historia elegida? ¿Funciona la trama como una seda, ahora que los personajes pueden llamarse desde cualquier sitio, ahora que tienen la opción de chatear, generar videoconferencias y enviarse mensajes de texto? ¿Verdad que no funciona un carajo?

La Nina, sin darse cuenta, me abrió anoche la puerta a una teoría espeluznante: la telefonía inalámbrica va a hacer añicos las viejas historias que narremos, las convertirá en anécdotas tecnológicas de calidad menor.

Con un teléfono en las manos, por ejemplo, Penélope ya no espera con incertidumbre a que el guerrero Ulises regrese del combate.

Con un móvil en la canasta, Caperucita alerta a la abuela a tiempo y la llegada del leñador no es necesaria.

Con telefonito, el Coronel sí tiene quién le escriba algún mensaje, aunque fuese spam.

Y Tom Sawyer no se pierde en el Mississippi, gracias al servicio de localización de personas de Telefónica.

Y el chanchito de la casa de madera le avisa a su hermano que el lobo está yendo para allí.

Y Gepetto recibe una alerta de la escuela, avisando que Pinocho no llegó por la mañana.

Un enorme porcentaje de las historias escritas (o cantadas, o representadas) en los veinte siglos que anteceden al actual, han tenido como principal fuente de conflicto la distancia, el desencuentro y la incomunicación. Han podido existir gracias a la ausencia de telefonía móvil.

Ninguna historia de amor, por ejemplo, habría sido trágica o complicada, si los amantes esquivos hubieran tenido un teléfono en el bolsillo de la camisa. La historia romántica por excelencia (Romeo y Julieta, de Shakespeare) basa toda su tensión dramática final en una incomunicación fortuita: la amante finge un suicidio, el enamorado la cree muerta y se mata, y entonces ella, al despertar, se suicida de verdad. (Perdón por el espoiler).

Si Julieta hubiese tenido teléfono móvil, le habría escrito un mensajito de texto a Romeo en el capítulo seis:

M HGO LA MUERTA,

PERO NO STOY MUERTA.

NO T PRCUPES NI

HGAS IDIOTCES. BSO.

Y todo el grandísimo problemón dramático de los capítulos siguientes se habría evaporado. Las últimas cuarenta páginas de la obra no tendrían gollete, no se hubieran escrito nunca, si en la Verona del siglo catorce hubiera existido la promoción 'Banda ancha móvil' de Movistar.

Muchas obras importantes, además, habrían tenido que cambiar su nombre por otros más adecuados. La tecnología, por ejemplo, habría desterrado por completo la soledad en Aracataca y entonces la novela de García Márquez se llamaría 'Cien años sin conexión': narraría las aventuras de una familia en donde todos tienen el mismo nick (buendia23, a.buendia, aureliano@goodmornig) pero a nadie le funciona el Messenger.

La famosa novela de James M. Cain -'El cartero llama dos veces'- escrita en 1934 y llevada más tarde al cine, se llamaría 'El gmail me duplica los correos entrantes' y versaría sobre un marido cornudo que descubre (leyendo el historial de chat de su esposa) el romance de la joven adúltera con un forastero de malvivir.

Samuel Beckett habría tenido que cambiar el nombre de su famosa tragicomedia en dos actos por un título más acorde a los avances técnicos. Por ejemplo, 'Godot tiene el teléfono apagado o está fuera del área de cobertura', la historia de dos hombres que esperan, en un páramo, la llegada de un tercero que no aparece nunca o que se quedó sin saldo.

En la obra 'El jotapegé de Dorian Grey', Oscar Wilde contaría la historia de un joven que se mantiene siempre lozano y sin arrugas, en virtud a un pacto con Adobe Photoshop, mientras que en la carpeta Images de su teléfono una foto de su rostro se pixela sin remedio, paulatinamente, hasta perder definición.

La bruja del clásico Blancanieves no consultaría todas las noches al espejo sobre 'quién es la mujer más bella del mundo', porque el coste por llamada del oráculo sería de 1,90 la conexión y 0,60 el minuto; se contentaría con preguntarlo una o dos veces al mes. Y al final se cansaría.

También nosotros nos cansaríamos, nos aburriríamos, con estas historias de solución automática. Todas las intrigas, los secretos y los destiempos de la literatura (los grandes obstáculos que siempre generaron las grandes tramas) fracasarían en la era de la telefonía móvil y del wifi.

Todo ese maravilloso cine romántico en el que, al final, el muchacho corre como loco por la ciudad, a contra reloj, porque su amada está a punto de tomar un avión, se soluciona hoy con un SMS de cuatro líneas.

Ya no hay ese apuro cursi, ese remordimiento, aquella explicación que nunca llega; no hay que detener a los aviones ni cruzar los mares. No hay que dejar bolitas de pan en el bosque para recordar el camino de regreso a casa.

Nuestro cielo ya está infectado de señales y secretos: cuidado que el duque está yendo allí para matarte, ojo que la manzana está envenenada, no vuelvo esta noche a casa porque he bebido, si le das un beso a la muchacha se despierta y te ama. Papá, ven a buscarnos que unos pájaros se han comido las migas de pan.

Nuestras tramas están perdiendo el brillo  -las escritas, las vividas, incluso las imaginadas- porque nos hemos convertido en héroes perezosos.

(EXTRAIDO DEL LIBRO "El nuevo paraiso de los tontos" de Hernan Casciari.)

Los cables de la ciudad

Si miramos caminamos por las calles de nuestros barrios, en cualquier parte de la ciudad o pueblo podemos observar los cientos o miles de cables que atraviezan nuestra estructural comuna. y debo decir que a parte de sorprenderme, me intriga saber a donde terminan... ¿en el fin del mundo talvez? . y me siento como Cristobal colon ( o cristoba al colon, como le decía desde muy pequeño) tratando de saber y averiguar que sucedería cuando mar adentro emprendiece el viaje que lo trajo a america. por que supongo que a pesar de sus conviccion, la teoria (no menos valida) de sus colegas refiriendo al mundo como un caparazón de tortuga, que en algun punto terminaría. definitavmente le hacia ruido,  y he aqui la cuestion de mi planteo.
otra cosa que me llama la atención son los nudos perfectos que se hacen en las esquinas, o algún  poste alto de esos que reparte cables por toda la manzana. y me hacen pensar automaticamente en el cerebro y las neuronas, los cables que llevan impulsos a las distintas regiones de la cabeza.
definitivamente somos la materia gris dentro dentro de este planeta. somos impulsos electricos (nos movemos impulsivamente por todos lados) y generamos sentimientos! le damos sentido. energia, nos hiperconectamos.
Quiza nunca termine el trazado de cables... quiza nunca vamos a dejar de conectarnos.